¿Sabías que la patata fue utilizada como moneda de cambio durante la fiebre del oro de Alaska? No es de extrañar, ya que las patatas son una gran fuente de vitamina C, lo que era muy necesario para los mineros que pasaban largas jornadas buscando oro en la zona de unión entre el río Yukon y su afluente Klondike (Canadá) en 1896.
La vitamina C es muy beneficiosa para nuestra salud ya que, entre otras cosas, es un gran antioxidante. Es buena para la circulación, porque protege la “piel” de los vasos sanguíneos, así que también previene enfermedades cardíacas. Además, nos ayuda a generar colágeno, ayudándonos así en la conservación de nuestras articulaciones, y en la curación de heridas y quemaduras.
En el caso de los buscadores de oro, su afán por conseguir patatas se debía a que necesitaban la vitamina C para prevenir el escorbuto. Esta enfermedad empobrece la sangre, provoca hemorragias y úlceras en las encías, y muchos de ellos ya la habían contraído después de hacer un largo viaje en barco desde Europa en unas condiciones muy poco saludables.
Por otra parte, también hay que tener en cuenta que la población de Klondike aumentó drásticamente en menos de dos años, por lo que sus habitantes se vieron amenazados por la hambruna. Así, la patata se convirtió en una moneda de cambio con casi tanto valor como el oro que se estaba buscando.